Nuestro duro comienzo...

Hola a todos!!.

El día de ayer fue duro, todo el día viajando sin  apenas  parar a comer, antes de cruzar la frontera francesa. Una vez en Francia paramos en las afueras de Tolousse para contratar las tarjetas de teléfono y el pincho de internet, conseguimos lo primero y fracasamos en lo segundo, al no haber existencias en los sitios que buscamos, lo que unido a los horarios distintos a los españoles en los comercios, nos hizo desistir….”mañana lo buscamos”, pensamos. Realizamos un merecido vivac en las afueras de un pequeño pueblo llamado Pessens a eso de las una de la madrugada, todos caímos rendidos en el saco.

A las seis de la mañana, despertador, a recoger y salir corriendo. Nuestra intención era  seguir en la búsqueda del “pincho” y llegar a Ginebra con tiempo de recoger las credenciales en la catedral de Santiago e iniciar de inmediato la ruta, nada más lejano de la realidad.

Hemos gastado todo el día en la búsqueda del “pincho” y cuando pensábamos que lo teníamos nos pedían un documento  para formalizar el contrato. Más tarde te pedían otra y al final, cuando lo tienes todo ( IBAN, RIB  e incluso un recibo domiciliado al banco), resulta que no, que no es eso, que tiene que ser un documento oficial francés??.

Ya desesperados, volvemos a entrar en una tienda Orange y nos dicen que hay un dispositivo, que no necesita contrato, pero claro, no les queda.  Amablemente el chico que nos atiende hace gestiones telefónicas y localiza uno en un centro comercial de St. Etienne, hacía el que encaminamos nuestros pasos.

Ya por fín con el pincho en nuestras manos, sobre las 6 de la tarde, cogemos camino de Ginebra con la intención de pasar noche todavía en Francia y aquí estamos  preparando el vivac y la cena.

Mañana, Dios mediante, cruzaremos a Ginebra, que está a  escasos 40 kms.  Recogeremos las credenciales y  empezaremos por  fin el camino, que es a lo que hemos venido.

¿Lo mejor del día? Nuestra parada en un aparcamiento a la sombra para tomar una buena comida española.