Álvaro la pota, sol y moscas.

Hola  todos de nuevo!!.

La noche en la Ermita de San Roque,  ha tenido resultados dispares. Álvaro se ha llevado la peor parte, ha tenido una indigestión y no ha pegado ojo, Mamen “come-si-come-sa”, y yo como de costumbre no me he enterado de nada hasta que ha sonado el despertador: hoy a las 5:30.

El atardecer desde la Ermita.

Despidiéndonos de los últimos rayos de sol.

 Hoy a las 6:00 ya estaba andando y ellos en marcha, con el alba. La temperatura ha cambiado tanto en tan poco tiempo, que es asombroso. A esa hora era ya de 15º y prometía alcanzar los 35º.

Hoy tocaba tirada larga, de unos 38 km, hasta Figeac, que es una ciudad medianamente grande, para lo que estamos acostumbrados a pasar a diario. La etapa de hoy entre lo larga, el calor y que tampoco  era una maravilla, en comparación con días anteriores, ha pasado sin pena ni gloria, salvo por algunos pequeños destellos.

Sol y moscas.....

Unos peregrino franceses, por el camino.

  

Puente sobre el río Lot.

Es lo que tiene el camino, hay días buenos, regulares y malos. Al igual que uno mismo y su estado de ánimo y de percibir las cosas. De cualquier modo me he encontrado con algunos peregrinos que han dado un toque de color a la jornada.

 Cuando he llegado a Figeac, he conectado con el equipo y estaban en la oficina de turismo. Más tarde nos hemos encontrado en la iglesia de Saint Sauveur de Figeac,  donde hemos disfrutado de la impresionante colección de labrados en piedra y unas maravillosas cristaleras, que daban una especial iluminación al interior.

Una vez terminada la visita, hemos decidido, salir de la ciudad. Aquí no hay quien monte “el campamento gitano” que necesitamos y al que estamos acostumbrados. De modo que cada uno en su vehículo, ellos en coche y yo andando, hemos recorrido otros 7 kms.

Hoy el campamento base, es un trigal segado, con buenas vistas y lo más importante , tiene sombra. 

Pero “joe que caló” ha hescho!!!!,  mañana dan para 38º. Habrá que apretarse los machos.

salu2!!!